Rainbow Cake, el pastel con el corte más bonito.

¡Hola! por fin mi primer post, tenía tantas ganas de escribir que me he lanzado a ello sin que esté terminado el diseño del blog :)

He elegido esta receta porque es de las primeras tartas que hice en mis comienzos con la repostería, y me gusto tanto su sabor que siempre guardaré buen recuerdo de ella.

Es una tarta muy bonita y que llama mucho la atención a los niños ( y a los mayores jeje)

 Ingredientes para el bizcocho: (para un molde de 18 cm)

• 270 gramos de harina.
• 30 gramos de Maizena.
• 1 cucharada de levadura química en polvo.
• 1/2 cucharadita de sal.
• 4 claras de huevo.
• 225 gramos de azúcar.
• 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
• 1 cucharada de extracto de vainilla.
• 300 ml de buttermilk.
• Colorantes en gel de color morado, azúl, verde, amarillo, naranja y rojo.

Para el relleno y cobertura:

• 400 ml de nata de montar.
• 80 gramos de azucar glass.
• Esencia de vainilla incolora.

     (yo en lugar de esencia de vainilla cambie 40 gramos de azucar glass por 40 gramos de azúcar avainillado, los sobrecitos que venden en Lidl saben genial y los 40 gramos equivaldrían a 5 sobres)

Precalentar el horno a 200 grados mientras se prepara la mezcla.

Por un lado tamizaremos las harinas, la levadura y la sal. Por otro mezclaremos el buttermilk y las claras con las varillas. En un tercer recipiente (el más grande) mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una masa esponjosa. Ahora añadiremos una parte de los ingredientes secos y cuando esté bien mezclado todo añadiremos una parte de los liquidos, así iremos alternando hasta terminar la masa.

Para que salgan 6 bizcochos iguales, lo mejor es pesar la masa y dividir su peso en 6 partes iguales, que repartiremos en 6 vasos. ¡Ahora llega el momento mas divertido! vamos a usar los colorantes :) Yo he usado los colorantes en gel de Wilton, y como no tenia naranja he mezclado amarillo con una pizca de rojo.

Estos son los colores que he usado

Añadir un colorante en cada vaso y mover muy bien para que quede uniforme. Con los colorantes en gel de Wilton podemos conseguir unos colores muy intensos con poca cantidad, ¡me encantan!

En mi horno solo caben tres moldes asi que hice las capas de bizcocho de tres en tres, engrasando un poco cada molde y echándole el contenido de un vaso. Al ser tan finos los bizcochos se cocinan en unos 15 minutos, después se dejan enfriar en una rejilla y se meten en el horno los 3 siguientes.

Lo mejor es hacer los bizcochos el día anterior y meterlos en la nevera separando las capas con film.

Como podéis ver, no soy una profesional de la fotografía :P

Para hacer el chantilly es imprescincible que usemos una batidora con varillas, y que el bol, las varillas y la nata estén fríos, así que acordaros de meterlos en la nevera. El proceso para montar la nata es muy sencillo, sólo hay que batirla con las varillas durante un rato, y cuando vaya cogiendo cuerpo se le va añadiendo el azúcar (y la esencia de vainilla si se usa).

Ahora iremos alternando bizcochos y chantilly y cuando acabemos lo cubriremos todo con una capa fina y lo dejaremos enfriar un rato en la nevera, luego terminamos de cubrirla, la decoramos al gusto y voilà:

Limpiad un poco el plato antes de hacer la foto, no como yo...

Mirad que bonita queda al corte:

Vuestros amigos se quedarán boquiabiertos cuando vean como es por dentro, y más aún cuando la prueben.

Espero que os haya sido útil esta primera entrada, y que si animáis a hacerla me contéis cómo os ha ido.

¡Hasta la próxima!