Hoy en día me gusta probar toda receta que lleve el nombre cheesecake por alguna parte, lo más curiosa que he hecho es el red velvet cheesecake brownie, que básicamente era un brownie con sabor a red velvet y pegotones de masa de cheesecake por encima, ¡¡¡¡¡¡ qué ricooooooooooooo !!!!!! :_)
Pues este sábado vi que tenía una tarrina de queso crema en la nevera abandonada, que me gritaba desde la nevera "¿cuándo me vas a usar?" y del tirón pense en hacer tarta de queso, pero no tenía ganas de rollos de baños maría y siglos de vigilancia de la tarta así que elegí esta receta sin horneado.
Ingredientes: (para un molde de 18 centímetros)
Para la base:
- 72/73 gramos de galletas tipo digestive (aunque en su defecto unas galletas maría iran bien).
- 45 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 20 gramos de azúcar moreno.
- un pelín de vainilla en pasta o líquida (menos de media cucharadita).
- 280 gramos de queso crema (tipo Philadelphia, ¡no vale light!) .
- 112 gramos de azúcar glass (así se nos disuelve mejor).
- 100 mililitros de agua.
- 11.2 gramos de gelatina neutra en polvo (o en su defecto en láminas).
- 140 mililitros de nata de montar.
- 60 mililitros de nata de montar (basicamente lo que ha sobrado del brick pequeño que he abierto para la tarta)
- 16 gramos de azúcar avainillada.
- Mermelada de fresa.
- Arándanos, o frutas rojas o fresas o lo que se os antoje.
Ahora montamos la nata con la batidora de varillas o las varillas de la artisan (o a mano si tienes superpoderes) hasta que quede bien firme. Hay que tener cuidado de no cortarla, así que en cuanto veas que esta espesa y durita (se forman ondas) deja de batir. La nata montada también la reservamos en la nevera.
El siguiente paso es mezclar el queso crema con el azúcar glass (también con las varillas para que no se ponga muy líquido).
Después ponemos el agua a hervir y añadimos la gelatina, que apartaremos del fuego cuando se haya disuelto. Esperamos 2 o 3 minutillos para que se enfrie un poco y luego lo vamos añadiendo poco a poco al queso crema mientras batimos hasta que esté bien mezclado.
Apagamos ya la batira y cogemos una espátula. Saca la nata montada de la nevera y añádela a la mezcla de queso crema con movimientos envolventes con la espátula. Cuando la crema sea homogénea ya puedes echarla en el molde sobre la capa de galletas. ¿Has visto que sencillo? śolo te queda esperar hasta que se enfrie todo y se cuaje muy bien, yo la dejé hasta el día siguiente pero con unas 3 horas estará.
Desmóldala con cuidado, si es necesario pasale un cuchillo por el borde. Luego cúbrela de mermelada de fresa. Monta los 60 mililitros de nata con los 16 gramos de azúcar avainillada y métela en una manga pastelera con una boquilla pequeñita pequeñita. Yo he usado una boquilla de estrella pero podéis darle la forma que os apetezca o que tengáis a mano. Luego añadid unos arándanos o la fruta que hayáis elegido y ya está lista.
¡Ñam ñam! está buenísima :)__ (dejándo un poco de lado la operación bikini jiji)
Un beso
Leti